Enfermedades autoinmunes
Enfermedad granulomatosa crónica
La Enfermedad Granulomatosa Crónica afecta la capacidad de los macrófagos para eliminar gérmenes, causando infecciones recurrentes, abscesos y granulomas que pueden obstruir órganos. Su manejo requiere profilaxis antibiótica y, en el futuro, podría incluir trasplante de médula ósea.
Inmunoglobulinas endovenosas en inmunodeficiencias
Las inmunoglobulinas, anticuerpos clave del sistema inmune, se usan para tratar inmunodeficiencias y enfermedades autoinmunes. Administradas por vía endovenosa o subcutánea, compensan la falta de anticuerpos. Son eficaces, aunque pueden causar efectos adversos en algunos pacientes.
Inmunodeficiencias humorales
Las inmunodeficiencias humorales, el tipo más común de inmunodeficiencia primaria, afectan la producción de anticuerpos, aumentando el riesgo de infecciones recurrentes por microorganismos extracelulares. Se tratan con gammaglobulina de reemplazo, mejorando la calidad de vida del paciente.
Intolerancia a antiinflamatorios no esteroidales (AINEs)
La intolerancia a AINEs incluye reacciones adversas tipo B (hipersensibilidad), que pueden ser alérgicas o no alérgicas, afectando vías respiratorias, piel o generando anafilaxia. El manejo incluye diagnóstico clínico, evitar el fármaco responsable, usar alternativas y desensibilización.